El Alcalde - Gustavo Duque Sáez
Gustavo Duque ha sido Alcalde de Chacao desde 2017, durante su gestión ha hecho énfasis en materia de Seguridad Ciudadana y en el trabajo conjunto con las Organizaciones Vecinales de Chacao en forma organizada y oportuna.
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Información personal
Nombre de nacimiento: Gustavo Adolfo Duque Sáez
Nacimiento: 3 de febrero de 1975
Nacionalidad: Venezolano
Religión: Católico
Cónyuge: Vanessa Bachrich
Hijos: Una hija
Ocupación Político, abogado, profesor universitario

Era el mes de mayo de 2017; caminando entre barricadas hechas con basura, troncos y cualquier objeto que estuviera al alcance de la mano, observaba con preocupación los enfrentamientos diarios que ocurrían en la autopista Francisco Fajardo y Altamira Sur, entre manifestantes y la Guardia Nacional Bolivariana. Pisando aceras cuyos bordes habían sido rotos para usar los pedazos obtenidos como proyectiles; viendo paredes pintadas con mensajes antigubernamentales y vidrieras rotas; supervisando prudencialmente la Plaza Altamira, que funcionaba como cuartel general de la resistencia, el grupo de jóvenes que se oponía al gobierno de Nicolás Maduro. Gustavo Adolfo Duque Sáez, director de Seguridad de la Alcaldía de Chacao, el municipio epicentro de la conflictividad política venezolana, trata de minimizar los daños que las manifestaciones y la represión a estas producen al municipio, a su infraestructura y, sobre todo, a sus vecinos. «Me sentía extremadamente cansado; no veía el fin de esos días. Sin embargo, las familias a cuyos departamentos entraba el aire tóxico de las bombas lacrimógenas y los vecinos por cuya seguridad debía velar eran mi motivación para seguir adelante […] eran mi responsabilidad. Hacíamos reuniones diarias por cuadras, para establecer las estrategias y los protocolos de cómo actuar ante la emergencia […] A diario mantuvimos el contacto con los vecinos para tener un monitoreo constante de su situación [...] todo ello para coordinar acciones en medio de la consternación social provocada por la confrontación entre los venezolanos».

«Me sentía extremadamente
cansado; no veía el fin de esos
días. Sin embargo, las familias
a cuyos departamentos entraba
el aire tóxico de las bombas
lacrimógenas y los vecinos
por cuya seguridad debía
velar eran mi motivación para
seguir adelante […] eran mi
responsabilidad»


Testigo excepcional de uno de los episodios más complejos de la historia reciente venezolana y en particular del municipio, que lo sumergieron en una dinámica de trabajo sin descanso, durante ciento y tantos días entre balas, piedras, bombas lacrimógenas y molotov, incendios, heridos y muertes. Lo que se percibía como una experiencia extrema y desgastante terminó convirtiéndose en una gran experiencia de gestión, de política y sobre todo de vida.

Mucha gente se cansa o se rinde muy rápido.

Gustavo Duque no se doblega fácilmente. Desde adolescente tuvo claro que su vocación sería el servicio público y, además, que haría todo lo posible para formarse para ello y así encontrar las mejores soluciones a los problemas públicos: 17 «Entre los 13 y 14 años me comencé a cuestionar el por qué si las cosas se podían hacer bien estaban mal hechas y, aunque quería hacer algo al respecto, no tenía en ese momento las herramientas para lograrlo, porque siempre he tenido claro que para asumir responsabilidades que tienen que ver con lo público hay que hacerlo con formación y no con improvisación».

Desde adolescente tuvo claro
que su vocación sería el servicio público y, además, que haría
todo lo posible para formarse
para ello y así encontrar las mejores soluciones a los problemas
públicos

Nacido en el seno de una familia de clase media en Caracas, el 3 de febrero de 1975, fue llevado a Margarita cuando era un niño pequeño. Sus padres le han enseñado con el ejemplo el valor del trabajo y la solidaridad. Ellos, con mucho esfuerzo, pudieron proporcionarle la educación y formación que lo prepararían para alcanzar sus metas. En Margarita realizó estudios en el área de Relaciones Industriales y, como es usual entre familias trabajadoras, Gustavo Duque debía dividir sus esfuerzos entre la universidad y el trabajo. Así pues, fue ayudante de su padre en la empresa familiar, laboró en restaurantes y franquicias de comida rápida, limpiando baños, cocinando hamburguesas, haciendo de mesonero o 18 como vendedor, extrayendo de todo ello un aprendizaje valioso: relacionarse y entender a la gente de todo nivel. Algo que se le ha dado naturalmente y que le ha servido de mucho como servidor público.

Un cambio de rumbo

Los grandes cambios que se suscitan en el mundo parten, normalmente, de una decisión arriesgada. Decidir implica sacrificar, arriesgar, dejar atrás, vencer miedos y confiar. A veces no es lo más sencillo, pero es lo que se requiere para crear, para que surja lo nuevo, para que lo potencial se convierta en realidad. Abandonar la isla en donde creció, donde estaban sus afectos y se forjaron sus fundamentos ciertamente implicó un sacrificio, pero uno que valdría la pena: «Un día yo estaba jugando dominó con unos amigos y ya para ese entonces tenía la intención de hacer política. En la mesa dos compañeros que estaban jugando eran abogados y allí, cuando menos lo esperaba, tuve esa revelación; descubrí que quería estudiar Derecho, una carrera que me daría las herramientas que necesitaba para lograr lo que me había propuesto». Caracas fue la ciudad que eligió para cumplir con ese objetivo que se había formulado esa tarde: «Lo hice en contra de la voluntad de mis padres; no querían que me fuera a una ciudad tan peligrosa. Pero mi decisión ya estaba tomada».

La Gran Capital

No obstante, la resistencia de sus padres ante la idea de irse a Caracas, tuvo el apoyo de ellos para cumplir su deseo de estudiar Derecho, título que obtuvo en la Universidad Santa María, en el año 2003. Para poder pagar sus estudios continuó trabajando, desempeñándose como promotor en una empresa de eventos o como apoyo en los departamentos de vestuario e iluminación en un canal de televisión. Durante este tiempo, siempre contó con la valiosa ayuda de su familia, en particular de su hermana y su cuñado. «Una vez estaba cenando con ellos y tenía que comprar unos libros y no tenía plata para comprarlos […], entonces les dije que tenía que comprar ese libro, que iba a esperar a cobrar para hacerlo. Al día siguiente, cuando fui a salir, mi cuñado me había dejado la plata y una nota que decía “compra tus libros y estudia, chamo”. Esos son los pequeños detalles que uno tiene que valorar». Aunque su intención original era regresar a Margarita, luego de culminados sus estudios, en el segundo año de la carrera de Derecho comenzó a trabajar en la Contraloría del Municipio Chacao, en la que sería su primera experiencia en la administración pública. En dicho organismo ocupó la posición de director de la oficina de atención al ciudadano. Luego de fungir como concejal suplente, en 2013 sería designado director de justicia municipal, cargo que desempeñó hasta el año 2016. Durante esos años pudo seguir formándose, llegando a realizar estudios de postgrado en 20 Políticas Públicas para Latinoamérica y en Derecho Internacional al Servicio del Bienestar Social, en la Universidad Complutense de Madrid. De regreso a Venezuela, continuó trabajando y estudiando, pudiendo completar otro postgrado, en este caso en Derecho Administrativo. Así también tuvo la oportunidad de incursionar en el área de la docencia universitaria, que ejerció entre los años 2008 y 2013.

Un nuevo reto

En el año 2016, Gustavo Duque fue designado por el alcalde Ramón Muchacho como director ejecutivo de Seguridad Integral. En ese rol tendría su prueba de fuego como servidor público, al enfrentarse a la situación de inseguridad provocada por las manifestaciones políticas y a la represión sufridas por ellas, que durante varios meses del año 2017 sacudieron al municipio Chacao. En marzo de 2017, la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), dictó las sentencias Nro. 155 y 156 que le otorgaba potestades legislativas al Presidente de la República y declaraba que las funciones de la Asamblea Nacional serían ejercidas por la propia Sala Constitucional. Esto generó el rechazo inmediato de buena parte del país y activó el ciclo de protestas que irían escalando en intensidad durante varios meses. El 1ro de mayo, el Presidente Maduro convocó una Asamblea Nacional Constituyente, considerada inconstitucional por la oposición y que solo serviría para avivar la llama de las protestas. 21 El municipio Chacao se convertiría en un campo de batalla durante cinco meses, provocando cuantiosos daños a la propiedad privada, a los bienes públicos y, lo más lamentable, la muerte de venezolanos, en su mayoría jóvenes, algunos de ellos emblemáticos, como Juan Pablo Pernalete, víctima de la represión de los cuerpos nacionales de seguridad. El 8 de agosto de ese mismo año, la Sala Constitucional del TSJ, encuentra culpable al alcalde Ramón Muchacho por desacato por no impedir el cierre de vías durante las protestas en contra del gobierno de Nicolás Maduro. Muchacho fue además inhabilitado políticamente y condenado a 15 meses de prisión. Ante tal situación, el Concejo Municipal de Chacao designó a Gustavo Duque como alcalde encargado para culminar el período de gobierno 2013-2017. «Lamentablemente la primera encargaduría fue muy atropellada y tuvo que salir Ramón, a quien quiero y agradezco mucho la confianza que me dio y las oportunidades para yo poder desarrollarme». A Gustavo Duque le tocó lidiar con esa inesperada responsabilidad y, sobre todo, con la obligación de recuperar los espacios del municipio, dañados luego de cinco meses de intensa protesta y represión. Pero, además, se vendría un nuevo reto: las elecciones municipales de diciembre de 2017. Siendo un hombre de desafíos, decide participar en el proceso electoral como independiente, logrando la victoria con el 63% de los votos, de acuerdo con las cifras del Consejo Nacional Electoral (CNE). 22 Luego de cuatro años al frente de la alcaldía, período que ha coincidido con la peor crisis económica de la historia del país y con la aparición del COVID-19, Gustavo Duque puede mostrar una gestión que se considera un modelo a seguir, ofreciendo soluciones innovadoras y cercanas a la gente.

Un hombre de familia

Para Gustavo Duque la familia es prioridad, está antes que todo. ¿Cómo se compagina esa idea irrebatible con el oficio de la política y el servicio público? Con mucho sacrificio y entrega. Está casado con la comunicadora social Vanessa Bachrich, y tienen una niña de 5 años, María Antonieta, que es la debilidad y principal cómplice del alcalde de Chacao. A pesar de estar entregado a su labor como alcalde, trata siempre de estar presente y entregarles tiempo de calidad. Para Vanessa, Gustavo es un «esposo increíble. Creo que es porque tiene el maravilloso ejemplo de familia que sus padres han construido en 53 años de años que tienen de casados. Sin duda, son nuestra mayor inspiración». Ella, en su rol de Primera Dama del municipio, se ha involucrado en tareas como la promoción de la lactancia materna, la educación, la defensa de los derechos del niño y adolescente y el trabajo con adultos mayores, la que califica como «una experiencia enriquecedora y gratificante». Pero, sobre todo, Vanessa es un pilar al que se aferra su esposo, es el equilibrio en el hogar.
16 de mayo de 2022